¿Por qué el vestido de novia es blanco?

Cuando se piensa en un vestido de novia, independientemente del estilo, todo el mundo lo imagina de color blanco. Tradicionalmente este se asocia a pureza, inocencia, virtud…

¿Por qué los vestidos de novia son blancos?

Actualmente, es un concepto muy arraigado en el mundo occidental, pero no siempre ha sido así. A lo largo de la historia el color del vestido ha ido variando y las novias han usado casi toda la gama cromática.

Durante muchos siglos, más que simbolizar la pureza o fertilidad de la novia, el vestido era un claro reflejo de la situación económica de la familia que entregaba a su hija en matrimonio.

Durante la Edad Media y el Renacimiento, las clases más altas usaban vestidos de terciopelos, brocados, sedas, pieles,… Tejidos nobles en colores fuertes, ya que, este tipo de tintes eran más caros y no estaban al alcance del pueblo llano que sólo tenía acceso a tintes naturales y que para los vestidos de novia usaban lana o lino en lugar de los ásperos tejidos de sus ropajes de diario. En cualquier caso, la longitud de la cola del vestido (o la cantidad de tela que podían pagar), dejaba ver el status social y económico de la familia.

Vestidos de novia antiguos

Hacia el siglo XVII la nobleza y la monarquía empezaron a decantarse por los tonos metalizados, llenos de bordados en plata y oro. Un símbolo más de su poder económico y social.

En 1840 se celebro en Inglaterra la boda de la reina Victoria con su primo, el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Saalfeld. Ella, con tan sólo 21 años ya era reina, no necesitaba convencer a nadie de su riqueza y poder, pero si deseaba demostrar a su pueblo que era digna de llevar la corona.

Boda reina Victoria

Tras la Revolución Industrial en Gran Bretaña, la industria textil tradicional, de la que dependían muchas localidades inglesas, había sufrido las consecuencias de la aparición de maquinaria que realizaba los encajes de manera industrial. Ante esta situación la reina Victoria eligió a estos artesanos para crear una espectacular pieza de encaje para su vestido de novia. Tan soberbio trabajo de artesanía tenía que lucirse, tras valorar las posibles opciones y bajo la dirección del diseñador William Dyce se optó por el color blanco, sobre el que los encajes podrían lucir en todo su esplendor. En este caso la elección del color fue más una cuestión práctica y de estado que un símbolo de la pureza.

Tal vez no fuera la primera novia en vestirse de blanco, pero, (a pesar de no existir los blogs de bodas) la suya, fue una boda muy mediática. Todo occidente fue testigo y la fotografía de su boda llegó a infinidad de hogares, haciendo su vestido muy popular.

Vestido de novia de la reina Victoria

Primero la nobleza y con la llegada del siglo XX y el concepto de moda más al alcance de todo el mundo el color blanco se popularizo como el color tradicional para las novias occidentales.

En España, la situación económica y social hizo que se tardara en adoptar el blanco en el vestido de novia, seguramente muchas de vosotras hayáis visto fotos de las bodas de vuestras abuelas vestidas de negro. No fue hasta mediados de siglo, tal vez impulsado por otra boda real muy mediática, la de Grace Kelly, que el blanco, en todas sus variantes, se convirtió en el color predilecto por las novias españolas.

Novias de negro

No puedo dejar de contaros, que por extraño que parezca, la de la reina Victoria y Alberto de Sajonia fue una gran historia de amor, no un matrimonio concertado. El día de su boda, cuando podría haber lucido cualquiera de las espectaculares joyas que poseía, ella eligió como pieza principal, un broche con un zafiro azul, regalo de su prometido, colocado en el centro de su escote. Contribuyendo también al uso de esta piedra como forma de llevar algo azul en el día de la boda, color asociado a la Virgen y que según la tradición garantiza la fidelidad y el amor eterno en el matrimonio.

Zafiro azul Reina Victoria
Y vosotras, ¿ ya habéis elegido vuestro algo azul?

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